TAREA 1. AUTORRETRATO ANALÓGICO

Introducción

Un autorretrato es una representación artística que un creador hace de sí mismo, reflejando no solo su apariencia física, sino también su identidad, emociones y visión personal. Puede ser realista o abstracto, y a menudo sirve como una exploración introspectiva del propio ser.

Un autorretrato es un retrato del alma más que del rostro. (Paul Gauguin, siglo XIX)

El autorretrato más clásico es el de Sofonisba Anguissola (Cremona, 1535), seguido por Artemisa Lomi Gentileschi (Roma, 1593) y Frida Kahlo (Coyoacán, 1907).

La gran diferencia entre autorretrato de representación o de expresión, es que el primero de estos trata de una imitación o reproducción de la realidad, reconocible y figurativa, como por ejemplo un retrato realista. Sin embargo, el segundo de ellos es una manifestación de emociones o ideas, más subjetiva y abstracta, como por ejemplo un cuadro expresionista con trazos intensos y colores vivos. En el Romanticismo comienza a haber expresión.

Desarrollo

En la clase de hoy haremos un autorretrato. Partiremos de la parte de presentación, es decir, de la parte más clásica, con las medidas de boca, nariz y ojos. A continuación pasaremos a la parte de expresión, es decir, cómo quiero que lean mi autorretrato mis alumnos de primaria. Nos acercaremos a ellos a partir del uso del color. 

El azul y rojo son los colores más atractivos para los niños, seguidos del amarillo y el rosa. Podemos ver estos colores en algunos superhéroes, por ello realizaremos nuestro autorretrato con colores atractivos. 

Para esta actividad hemos utilizado un folio A3, lápiz, goma y pinturas Manley. No se podía utilizar la regla ni ningún otro tipo de material que nos sirviese como guía para hacerlo simétrico, simplemente una foto nuestra de referencia. 

Lo primero que hemos hecho ha sido hacer una línea a la mitad de manera vertical, después hemos estado viendo qué tipo de forma de rostro teníamos cada uno siguiendo el esquema proporcionado por el profesor, que adjunto a continuación.

Mi forma de rostro es más bien redonda, así que empecé dibujándome haciendo dicha forma. Después, hemos hecho una línea horizontal aproximadamente en la mitad de la cara, y esa línea la hemos dividido en cinco partes iguales. En dicha línea, hemos dibujado los ojos, fijándonos en la forma que tenía cada uno, así como la de las pupilas, cejas y pestañas. Para continuar, hemos dividido la cara en tres partes. En la segunda línea hemos dibujado la nariz como nos iba indicando el profesor.

Este último tercio, también lo hemos dividido en dos partes, y apoyado en esta línea, hemos hecho el labio. Para finalizar hemos hecho el pelo, fijándonos en el crecimiento de este. Aquí adjunto las fotos del proceso.

Una vez terminada la parte de lápiz, hemos tenido tan solo un par de minutos para colorear. Como he dicho anteriormente, hemos utilizado unos colores llamativos, ya que son los que más llaman la atención a nuestros alumnos. Así ha quedado finalmente mi autorretrato.